Jesús Guerra Chú, de 73 años, un paciente que llegó el domingo con fuertes dolores al hospital regional Dr. Rafael Hernández en David, Chiriquí, desapareció durante varias horas de la vista de todo el personal médico, para luego ser encontrado muerto el lunes, en un baño de trabajadores.Ahora, su hijo Jesús Guerra denunció que esta muerte se debió a negligencia del personal de este hospital.Guerra dijo al periodista Javier Robles de JR News Chiriquí que aquel domingo que su papá se quejó de dolores en el costado izquierdo, debajo de las costillas, primero lo llevó a la Policlínica Pablo Espinoza, en Bugaba.De ahí, lo trasladaron al hospital regional de David, donde le hicieron varias pruebas y descartaron que estuviera sufriendo algún problema cardíaco. Sin embargo, el dolor persistía y los médicos no podían determinar la causa.Decidieron dejarlo en observación y que pasara la noche hospitalizado.Su hijo contó que pasadas las 11 a.m. del lunes, fue informado por el personal médico que lo someterían a un Ultrasonido y un CAT abdominal. Ya para ese momento, el analgésico que le habían suministrado había comenzado a hacer efecto, y el señor Jesús ya no sentía tanto dolor, confirmó su hijo.”Nos retiramos, confiando en que todo estaba bien”, relató.De pronto, a las 4:51 pm recibió una llamada de una enfermera, con una pregunta desconcertante. “Me preguntó que si yo me había llevado a mi padre del hospital. ¿Como me voy a llevar a mi padre sin que ustedes lo sepan, con el dolor que sentía? Me parece algo ilógico”.Entonces, la enfermera lo alarmó aún más: “Es que no lo encontramos por ningún lado”.Ni siquiera había llegado a que le hicieran los exámenes, y el médico que se los practicaría llevaba horas preguntando por qué no lo traían.Esto desató una intensa búsqueda dentro del hospital, que involucró enfermeras, médicos, personal de seguridad y dos hijos del señor Jesús.De pronto, en el radio de un agente de seguridad se escuchó: “Lo encontramos sin signos vitales”.”Entré al lugar, y en efecto, era un baño”, dijo Jesús Guerra. “No era para pacientes, ni de visitantes. Era un baño de uso del personal”.”Mi padre estaba en el piso, muerto. Estamos hablando de una persona que ya presentaba rigor mortis. El rigor mortis se empieza a manifestar a las 4 horas de haber muerto, mínimo”.”Asumimos que estaba muerto desde las 11 de la mañana en ese baño, y nadie hizo nada”, lamentó. “Un cambio radical en la forma de atender a los pacientes tiene que darse”, reclama Jesús.>
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!