El presidente electo, José Raúl Mulino, visitó hoy el principal campamento de migrantes de Lajas Blancas en Darién, a tres días de tomar posesión como mandatario de Panamá. Mulino anunció fuertes medidas para detener esta crisis humanitaria que está afectando al país en muchos aspectos, entre ellos la seguridad, salud, medio ambiente y economía. Precisó que esta crisis le ha costado al erario nacional más de 100 millones de dólares.Por ello, durante su recorrido por el campamento de migrantes, Mulino anunció la firma el próximo lunes de un memorándum de entendimiento con Estados Unidos que permitirá iniciar el cierre de la frontera con Colombia con miras a frenar la llegada y paso de los migrantes por Panamá.El acuerdo entre ambos países será firmado por Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad de Estados Unidos, y el presidente Mulino, quien el próximo lunes asume oficialmente como Presidente de Panamá. Mayorkas es parte de la delegación oficial del gobierno de Estados Unidos que asistirá a la toma de posesión de Mulino.Mulino explicó que el acuerdo conlleva a un proceso ordenado de repatriación de todo migrante que intente entrar a Panamá sin pasaporte, costo de traslado que será asumido por Estados Unidos.Entre mil y mil cuatrocientas personas llegan a diario al campamento de Lajas Blancas luego de un recorrido peligroso por la selva del llamado Tapón del Darién, de acuerdo con información del Servicio Nacional de Fronteras (SENAFRONT).Muchos son niños y mujeres que en el camino son violados. Otros mueren en el trayecto por las condiciones inhumanas del lugar.Mulino calificó de devastadora la crisis humanitaria que se da en estos campamentos de migrantes. “Este no es el Darién que yo conocí. Este es un Darién complicado con una crisis humanitaria muy grave que nos crea un problema.Panamá no es este tipo de país de tránsito y destino de migrantes”, señaló el Presidente electo. Adelantó que utilizará su primer discurso en la asamblea anual de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en septiembre próximo para presentar una denuncia formal sobre el daño que este problema le genera a Panamá. Y lo mismo hará en el Consejo de Seguridad de la ONU, del cual Panamá forma parte.“No voy a permitir que Panamá siga siendo resiliente a este problema. Por ello, le he pedido a los ministerios de Seguridad, Relaciones Exteriores, al Senafront y al Servicio Nacional Aeronaval que documenten un caso para establecer una denuncia internacional a través de nuestras embajadas y estamentos internacionales”, agregó el Presidente electo.El ministro de Seguridad, Frank Abrego, explicó que el Estado panameño respetará los derechos humanos de cada persona que tenga que ser repatriada por medio del acuerdo que se firmará en los próximos días. >
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